Por Federico Malpica Basurto - Instituto Escalae, España.
La siguiente metodología de trabajo esta diseñada para garantizar la innovación sistemática en los procesos de enseñanza-aprendizaje, además del desarrollo de una cultura profesional docente que lleve a una mayor fundamentación pedagógica de la práctica educativa, así como al desarrollo del trabajo colaborativo entre iguales.
La siguiente metodología de trabajo esta diseñada para garantizar la innovación sistemática en los procesos de enseñanza-aprendizaje, además del desarrollo de una cultura profesional docente que lleve a una mayor fundamentación pedagógica de la práctica educativa, así como al desarrollo del trabajo colaborativo entre iguales.
Aquellas instituciones que deciden implementar este modelo y avanzar en cada una de sus fases, obtienen como garantía lograr al menos generalizar una innovación concreta en las aulas por curso escolar, con todos los beneficios que esto comporta para su comunidad educativa y su prestigio.
A continuación se describen dichas fases y los beneficios que aporta cada una a los centros educativos:
Diseño
Fase 1: Análisis y planificación pedagógica: Una vez socializado con todo el profesorado el perfil competencial del alumnado que se pretende conseguir en el centro educativo (contestando a la pregunta ¿qué pretendemos que aprendan nuestros alumnos?), se realiza un auto-diagnóstico pedagógico a cada docente en función de unas finalidades de aprendizaje definidas previamente en el centro educativo (para responder a la pregunta, ¿cómo contribuyo desde mi clase a todo aquello que queremos que aprendan nuestros alumnos?). Se integra y analiza lo encontrado y se prepara un Plan Estratégico de Innovación Pedagógica que detalla los proyectos de innovación para que el centro optimice su práctica educativa según perfil competencial del alumnado que se espera conseguir.
Fase 2: Análisis de la adecuación didáctica individual: Una vez definido el plan general, se elige al menos una acción de innovación que se pondrá en marcha durante el curso escolar y se pide a cada docente que estudie un material (o realice una formación) sobre los fundamentos pedagógicos de dicha acción y que en función de dicha actividad, aporte sus experiencias y el estado actual de su desempeño para cumplir con las finalidades del aprendizaje pretendidas, así como ideas para la innovación del aspecto en cuestión.
Fase 3: Incorporación de bases para la innovación pedagógica: Se asigna (de forma rotativa) a un grupo o equipo ya existente de docentes del centro educativo el encargo de diseñar de una pauta de trabajo común con la lluvia de ideas de sus propios colegas, en función del desempeño actual que tienen, así́ como del material técnico y ejemplos que puedan servir para diseñar un borrador del acuerdo metodológico común.
Fase 4: Diseño de la pauta de trabajo común: En esta fase, se acompaña al grupo de docentes para ayudarles a diseñar el acuerdo o pauta de trabajo común (tanto apoyo como sea necesario), desarrollando al menos cuatro niveles de desempeño o aplicación de dicha pauta metodológica (mediante una descripción graduada de la competencia docente en relación a la pauta). Finalmente dicha pauta de trabajo común debe ser presentada por el equipo de diseño y aprobada por todos los docentes, antes de comenzar su aplicación.
Aplicación
Fase 5: Aplicación individual de la pauta común por niveles: Cada docente define en qué nivel quiere comenzar a aplicar la pauta de trabajo común aprobada, contando para ello con material para avanzar en su nivel de desempeño o aplicación de la pauta concreta, así como formatos para el registro de su aplicación (diario reflexivo). En adelante, cada reunión de docentes que haya en la institución, se dedican unos minutos iniciales para hablar y socializar la aplicación de la pauta de trabajo común, los aciertos y dificultades. En caso necesario, también se pueden realizar sesiones de tutoría individual.
Fase 6: Reconocimiento individual docente: En este punto, todos los docentes estarán aplicando la misma pauta, pero cada docente puede seguir un itinerario individualizado de avance, en el cual se le apoye para que vaya pasando por los diferentes niveles hasta que consiga ser competente en el nivel máximo definido por la pauta de trabajo común. Con el tiempo, los docentes que vayan reuniendo suficiente evidencia sobre su desempeño en el nivel máximo de la pauta, se pueden hacer acreedores a un reconocimiento individual por cada innovación implementada en su aula.
Fase 7: Generalización de la pauta común: Se apoya a los responsables del centro educativo para que la pauta pase a formar parte del reglamento del docente, del perfil de competencias del docente, de la evaluación docente y si es posible, de los criterios para la remuneración y reconocimiento en el desempeño.
Fase 8: Reconocimiento y entrega de resultados: Si los responsables de la institución educativa reúnen suficiente evidencia del diseño y aplicación de la innovación, se debe elaborar un reconocimiento público del trabajo realizado. Es importante presentar periódicamente a la comunidad educativa las innovaciones diseñadas e implementadas como una forma de sistematizar el proceso de trabajo y recibir un reconocimiento por parte de todos los implicados. Así mismo, opcionalmente el centro educativo se puede hacer acreedor a una Certificación de Calidad Pedagógica, según el nivel de desarrollo de su Plan Estratégico de Innovación Pedagógica que se deberá actualizar periódicamente.
Esta página nos acerca a conocer como debe de ser el proceso de innovación pedagógica en los profesores, nos explica la aplicación de estos pasos y sugiere algunas ideas para los alumnos. El autor mencionó que la innovación pedagógica o el hecho de cambiar el paradigma es un reto; pero es cuestión de práctica para lograr el cambio. CORAL.
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